lunes, 4 de agosto de 2008

El peligroso tiburón toro.

El tiburón toro (Carcharhinus leucas) es conocido por su comportamiento agresivo e impredecible, hasta el punto de ser el que más ataques protagoniza a seres humanos. Su tamaño no es muy grande si se le compara con el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), ya que mide entre 2 y 3 metros y su peso está comprendido entre los 90 y los 250 Kg.



Esta especie habita aguas cálidas y poco profundas, caracterizándose por su tolerancia al agua dulce y remontando grandes ríos como el Ganges, el Brahmaputra, el Zambeze, el Mississipi y el Amazonas, en donde se le ha llegado a encontrar en Iquitos (Perú) a 4.000 Km del mar. Habita también en lagos como el Cocibolca y el Lago Nicaragua. Los encuentros en los ríos africanos entre estos tiburones y los cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) no son infrecuentes y se sabe que a veces llegan a comer juntos.


Se trata de una especie muy territorial y es poseedor de unos altísimos niveles de tetosterona. Las hembras dan a luz a sus crías en los estuarios, donde crecen antes de salir al mar. Pueden llegar a vivir hasta 25 años.
Esta especie es la más peligrosa para el ser humano, por encima del gran tiburón blanco al que se le atribuyen muchos ataques protagonizados en realidad por el tiburón toro. La causa de que esto ocurra puede ser el que resulta mucho más espectacular decir que el ataque ha sido producido por el archiconocido gran blanco. Para conocer el peligro que representa esta especie debemos fijarnos en sus hábitos de alimentación. El toro, acostumbra a cazar en aguas turbias y poco profundas y su dieta se compone de grandes peces, delfines, tortugas, rayas, aves y otros tiburones. Es muy posible que la peligrosidad de esta especie se deba al hecho de que frecuenta áreas con abundancia de bañistas además de que, mientras el tiburón blanco ataca al hombre por confusión, el toro ve al ser humano como una presa potencial más.
Su aficción por remontar los ríos le hacen aún más peligroso y se conocen numerosos casos de ataques fatales de esta especie en agua dulce.
Sus únicos predadores son el tiburón blanco, el tigre y el cocodrilo de agua salada.
Pese a todo, lo normal es que sea el ser humano quien se coma al tiburón toro. Éste, al igual que muchas otras especies de tiburón, es objeto de una intensiva y despiadada pesca comercial y el consumo de sus aletas representa una grave amenaza para la conservación de unos animales tan magníficos.
En el siguiente vídeo se recrea un hipotético combate entre un tiburón toro y un hipopótamo en aguas africanas:


En este vídeo en inglés se habla de esta especie: