El águila harpía o arpía (Harpia harpyja) es la más poderosa rapaz existente, la mayor de América y una de las águilas más grandes del mundo. Las dimensiones medias de una hembra son de 1 m de largo, 2 m de envergadura y 9 Kg de peso, pudiendo llegar a alcanzar los 10 Kg. El macho no suele superar los 8 Kg. Sólo el águila pitecófaga de Filipinas (Pithecophaga jefferyi) la supera en envergadura pero la harpía es más robusta. Otra especie de hábitos y morfología similar es el águila coronada africana (Pyopsis novaeguineae). Las tres especies tienen una dieta basada en buena parte en monos y las tres presentan cresta.
Es una verdadera superpredadora de las selvas donde habita, distribuyéndose desde el sur de México hasta el norte de Argentina. Su morfología está plenamente adaptada al hábitat forestal en el que vive, teniendo las alas relativamente cortas y anchas para desplazarse entre los árboles y una cola larga que le permite giros bruscos. Aunque todo en este ave es espectacular lo más llamativo, sin duda son sus enormes garras, tan grandes como una mano humana y sin embargo dotadas con unos dedos proporcionalmente cortos y muy gruesos que terminan en unas letales uñas, tan grandes como las de un oso grizzly pero mucho más curvadas y afiladas. Sus tarsos son también poderosísimos. Todo ello le otorga una descomunal potencia prensora al servicio de la captura de mamíferos, frecuentemente monos. El hecho de que las águilas más poderosamente armadas estén especializadas en la captura de monos puede explicarse en lo peligroso que resulta para un cazador alado la captura de especies dotadas de largos brazos y manos, que antes de morir pueden dañarlas seriamente el plumaje incapacitando al ave para el vuelo y condenándola a morir de hambre. Es por ello que estas águilas tienen la capacidad de matar a los monos de forma casi instantánea aplastándoles el cráneo hasta llegar a sacar los ojos de sus órbitas.
Además de monos, el águila harpía captura muchos perezosos, coatís, puercoespines, kinkajús, oposums, osos hormigueros, ciervos forestales, armadillos, pécaris, grandes guacamayos, iguanas y serpientes. Son un efectivo control de los monos capuchinos que acostumbran a destruir el nido de muchas aves. Puede levantar en vuelo presas del tamaño de la cría de un cerdo silvestre. Hay historias de ataques a niñós humanos sin demostrar y falsas con toda seguridad, pero que dan una idea del sentimiento que un águila tan poderosa inspira en las poblaciones locales. En Panamá es el ave nacional.
En la actualidad esta magnífica especie está gravemente amenazada y sus poblaciones siguen disminuyendo.
A continuación, algunos vídeos con escenas de caza:
A continuación, algunos vídeos con escenas de caza:
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