Dotado de dos tentáculos fenomenalmente armados de ganchos y ventosas con los que capturan a sus presas y las llevan a su boca dotada de un robusto pico similar al de un loro con el que las trocean. Su boca también posee de una lengua llamada rádula con la que terminan de desmenuzar la carne. Con estas sensacionales armas es comprensible que le calamar gigante se cuente entre los mayores depredadores marinos, aunque eso no le libre de tener un enemigo mortal. Este es el cachalote, con el que comparte las profundidades y con el que protagoniza uno combates, sin ninguna duda, más espectaculares del reino animal. Aunque la victoria suele acabar siendo para el cetáceo, no por ello se libra de sufrir las lacerantes heridas que producen los dientes de los tentáculos del calamar gigante.
Hasta hace poco solo se sabía de este legendario animal por los ejemplares aparecidos muertos en la costa pero el año pasado un equipo japonés filmó el primer ejemplar con vida de esta especie.