El ratel (mellivora capensis), también conocido como tejón de la miel, es uno de los mayores miembros de la familia de los mustélidos (que comprende a comadrejas, turones, nutrias, etc) caracterizada por ser mamíferos carnívoros de poca talla pero gran fuerza y combatividad. Su peso está comprendido entre los 5 y los 14 Kg y posee una fuerza descomunal para su pequeño tamaño. Poseedor de una fuertes mandíbulas y unas largas garras, es un gran luchador, pudiendo perfectamente ser considerado como uno de los animales más intrépidos que existen. Su holgada y fuerte piel le permite defenderse de sus atacantes aunque le tengan apresado. Si a esto unimos su carácter pendenciero y que prácticamente no tenga miedo a nada nos resulta fácil comprender la fama, de paradigma de la ferocidad, que este animal posee a lo largo de su área de distribución. Esta comprende la mayor parte de África, el Sur y el oeste de Asia, incluyendo el Sur de Irak.
En su dieta juega un papel destacado la miel, de ahí su nombre, y sus fuertes garras están adaptadas a excavar en su búsqueda. Sin embargo este animal es también conocido por incluir muchas serpientes en su dieta, hasta las más venenosas, llegando también a matar cocodrilos de hasta 1 metro de longitud. Su tenacidad en la caza es proverbial y se conocen casos de ataques a presas de tamaño muy superior al suyo. Tampoco desprecian la carroña y se le ha visto espantar de su presa a leones jóvenes.
Entre algunas tribus africanas se afirma que ataca a las grandes presas mordiéndolas en los testículos y que lo mismo hace para defenderse de los humanos, habiendo llegado a castrar a personas.
Pese a ser una presa muy difícil y combativa forma parte de la dieta de leones, leopardos y grandes pitones. En un capítulo de Animal Plantet se puede ver como un ratel es matado por un leopardo tras una hora de dura lucha.
Son animales muy inteligentes y se ha documentado el uso de herramientas. Resulta muy curiosa su asociación con los pájaros indicadores que le informan de la ubicación de las colmenas, para que este las saquee, pudiendo después el avecilla tomar su parte.
Durante el verano de 2008 se dio a conocer la noticia de que en la población irakí de Basra, había rumores de rateles gigantes que estaban matando y devorando gente, además de ganado, durante las noches. Un portavoz del ejercito británico que controlaba esa ciudad tuvo que desmentir los rumores de haberlos liberado intencionadamente. Aun siendo poseedor de una desproporcionada fuerza y una proverbial fiereza, son absurdos los rumores de rateles gigantes devoradores de hombres en el Sur de Irak. La penosa situación que vive aquel país puede justificar el que se haya llegado a afirmar que, una especie que siempre ha formado parte de su fauna, ha sido introducida por los británicos.
A continuación algunos vídeos de ataques a cobras por parte del fiero e intrépido ratel, así como a cebras e incluso leones.
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